Durante el embarazo, tu bebé cambia drásticamente y la mayor parte de su crecimiento es físico. Este desarrollo prepara el escenario para todas las cosas que podrá ser capaz de hacer a lo largo de su vida.
Alcohol
Problemas de seguridad alimenticia
Pescados y mariscos
Los mariscos son alimentos fáciles de preparar, ricos en proteínas, vitaminas y minerales y con una cantidad relativamente baja de grasas totales y saturadas. Los pescados y mariscos también proporcionan LCPUFA, el más notable es el DHA, que cumple una función en el desarrollo del cerebro y la retina de fetos y bebés.
Los pescados y mariscos; sin embargo, también son fuentes potenciales de metilmercurio y otros contaminantes neurotóxicos. Una alta exposición de tales contaminantes durante la gestación aumenta el riesgo de neurodesarrollo subóptimo en los niños. Los niveles de contaminantes neurotóxicos en el pescado varían ampliamente entre las regiones del mundo.
Las mujeres en edad fértil deben evitar el consumo de pez espada, blanquillo camello, pez caballa y tiburón, debido a su alto contenido de metilmercurio. Además, las mujeres deben comer no más de 12 onzas (alrededor de 340 gramos) de pescados y mariscos con bajo contenido de metilmercurio a la semana tales como trucha, salmón, abadejo, bagre, atún ligero enlatado, sardinas enlatadas, camarón, cangrejo, ostras, arenque y deben limitar la ingesta de atún blanco a 6 onzas a la semana como parte del límite de 12 onzas.
Patógenos transmitidos por los alimentos
Las mujeres embarazadas se encuentran en un mayor riesgo de padecer una enfermedad transmitida por los alimentos a partir de patógenos que pueden amenazar la salud materna y fetal.
Por ejemplo, las mujeres embarazadas son más propensas a adquirir Listeriosis si se encuentran expuestas a una bacteria llamada Listeria monocytogenes, o podrían desarrollar una infección con Toxoplasma gondii debido al consumo de carne cocinada a término medio, infectada y/o debido al contacto con heces de gato contaminadas.
Lavarse las manos de forma adecuada y el manejo apropiado de los alimentos puede reducir de gran manera el riesgo de padecer una enfermedad transmitida por los alimentos. No existen evidencias que sugieran que los alimentos orgánicos que se producen sin pesticidas o fertilizantes sintéticos, antibióticos, hormonas del crecimiento y otros fármacos ofrezcan protección completa contra los patógenos transmitidos por los alimentos.
Consulta a tu médico.
Durante el embarazo, tu bebé cambia drásticamente y la mayor parte de su crecimiento es físico. Este desarrollo prepara el escenario para todas las cosas que podrá ser capaz de hacer a lo largo de su vida.
El estado nutricional, la dieta y el estilo de vida de la madre influyen en los resultados del embarazo y el período de lactancia, y pueden tener efectos perdurables tanto en su salud como en la de su hijo.